Cristian, con cuatro goles, se
consolida como pichichi de la Unión con 25 dianas. Ya lleva nueve más que en
toda la temporada pasada.
C.D. Fabero 2 - 6 C.D. Unión Cacabelense
Goles: 1-0 (5') p.; 1-1 Cristian (22'); 1-2
Cristian (26'); 1-3 Cristian (35'); 1-4 Cristian (47'); 2-4 (70'); 2-5 Joel
(83'); 2-6 (90) Heli.
El
sábado, a partir de las doce del mediodía y con una mañana
soleada, se jugó en el corazón de la cuenca minera el partido
correspondiente a la vigésima jornada de la liga juvenil con casi más público
foráneo que local.
El
partido no empezó muy bien para los intereses cacabelenses, porque en
el minuto 5 los de Fabero se ponían por delante al materializar un penalti
cometido por la defensa visitante. No obstante, estaba claro que la Unión
Cacabelense aun no había empezado a calentar motores, porque con el paso de los
minutos fue cogiendo el dominio del centro del campo, acercándose cada vez con
más peligro a la portería local.
Y
entonces llegó el minuto 22. El punto de inflexión del partido, en el que Cristian abrió la espicha y empezó con una
bonita vaselina la cuenta goleadora del equipo y el primero de su cuenta
particular. Siguíó Cristian, cuatro
minutos más tarde, marcando, a pase de Diego, el 1-2. En el minuto 35, Cristian otra vez, marca
el tercer gol con otra vaselina dedicada al público como moviola para el que no
hubiera visto la que supuso el primer gol. Y con el 1-3 se llegó al descanso.
Nada más
comenzar la segunda parte, Cristian, que
aun venia caliente, prepara un dueto con Diego y del saque de una falta
se pasan la pelota de cabeza de uno a otro, Diego se la devuelve y Cristian
remata para conseguir el 1-4.
A partir
de ahí se terminó el partido, se relajaron los ánimos y empezaron a aflorar alardes individuales que lo único que consiguieron fue quemar a los
jugadores faberenses -que iban perdiendo el partido por goleada y por tanto no estaban para chanzas- y soliviantar al público local. Una vez plantada la
semilla se recoge el fruto y, así, comenzaron los jugadores locales a practicar
un juego más agresivo y peligroso, mandando, de vez en cuando, algún recadito
que otro a las piernas cacabelenses. Miguel, el entrenador, debería de explicarles bien que una genialidad repetida varias veces por parte de uno puede llegar a ser considerada una humillación por parte del otro, sobre todo si va perdiendo por tres goles de diferencia, y debería cortar por lo sano si es necesario. Es muy peligroso y perjudicial para el equipo acabar un partido relativamente
cómodo con algún jugador lesionado, como perfectamente pudo ocurrir con Carlos,
el portero, que salió bien tocado del campo.
A fuerza
de presionar, los faberenses logran, en el minuto 70, marcar su segundo gol a
la salida de un córner. Pero eso fue todo. Carlos se encargó de contener el
resto de los ataques del Fabero.
Sin
embargo para la Cacabelense los goles no habían terminado. Joel, en el minuto 83, logra
re-re-rematar a gol una falta sacada por Miguel en el que el balón previamente
había pasado por un par de cabezas. Y en el último minuto, Heli desde la izquierda dispara
consiguiendo el sexto y definitivo gol del partido.
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