lunes, 17 de marzo de 2014

La Unión Cacabelense logra sacar adelante un duro partido en Fabero

Cristian, con cuatro goles, se consolida como pichichi de la Unión con 25 dianas. Ya lleva nueve más que en toda la temporada pasada.

C.D. Fabero  2 - 6  C.D. Unión Cacabelense

Goles: 1-0 (5') p.; 1-1 Cristian (22'); 1-2 Cristian (26'); 1-3 Cristian (35'); 1-4 Cristian (47'); 2-4 (70'); 2-5 Joel (83'); 2-6 (90) Heli.

El sábado, a partir de las doce del mediodía y con una mañana soleada, se jugó en el corazón de la cuenca minera el partido correspondiente a la vigésima jornada de la liga juvenil con casi más público foráneo que local.
El partido no empezó muy bien para los intereses cacabelenses, porque en el minuto 5 los de Fabero se ponían por delante al materializar un penalti cometido por la defensa visitante. No obstante, estaba claro que la Unión Cacabelense aun no había empezado a calentar motores, porque con el paso de los minutos fue cogiendo el dominio del centro del campo, acercándose cada vez con más peligro a la portería local. 
Y entonces llegó el minuto 22. El punto de inflexión del partido, en el que Cristian abrió la espicha y empezó con una bonita vaselina la cuenta goleadora del equipo y el primero de su cuenta particular. Siguíó Cristian, cuatro minutos más tarde, marcando, a pase de Diego, el 1-2. En el minuto 35, Cristian otra vez, marca el tercer gol con otra vaselina dedicada al público como moviola para el que no hubiera visto la que supuso el primer gol. Y con el 1-3 se llegó al descanso.
Nada más comenzar la segunda parte, Cristian, que aun venia caliente, prepara un dueto con Diego y del saque de una falta se pasan la pelota de cabeza de uno a otro, Diego se la devuelve y Cristian remata para conseguir el 1-4.
A partir de ahí se terminó el partido, se relajaron los ánimos y empezaron a aflorar alardes individuales que lo único que consiguieron fue quemar a los jugadores faberenses -que iban perdiendo el partido por goleada y por tanto no estaban para chanzas- y soliviantar al público local. Una vez plantada la semilla se recoge el fruto y, así, comenzaron los jugadores locales a practicar un juego más agresivo y peligroso, mandando, de vez en cuando, algún recadito que otro a las piernas cacabelenses. Miguel, el entrenador, debería de explicarles bien que una genialidad repetida varias veces por parte de uno puede llegar a ser considerada una humillación por parte del otro, sobre todo si va perdiendo por tres goles de diferencia, y debería cortar por lo sano si es necesario. Es muy peligroso y perjudicial para el equipo acabar un partido relativamente cómodo con algún jugador lesionado, como perfectamente pudo ocurrir con Carlos, el portero, que salió bien tocado del campo. 
A fuerza de presionar, los faberenses logran, en el minuto 70, marcar su segundo gol a la salida de un córner. Pero eso fue todo. Carlos se encargó de contener el resto de los ataques del Fabero.
Sin embargo para la Cacabelense los goles no habían terminado. Joel, en el minuto 83, logra re-re-rematar a gol una falta sacada por Miguel en el que el balón previamente había pasado por un par de cabezas. Y en el último minuto, Heli desde la izquierda dispara consiguiendo el sexto y definitivo gol del partido.



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